Metáforas
concretas unas veces, abstractas otras: uno de los elementos
que más recurrentemente aparece en la poesía
de todos los tiempos son las flores. Los poetas las utilizan
continuamente para representar simbólicamente imágenes
que traducen sus propios sentimientos o estados de ánimo,
para describir elementos de la naturaleza... El lamento
por el desdén de la amada, o por el soldado caído
en el campo de batalla. Los usos varían mucho y se
puede decir que cada poeta emplea su propio sistema: la
rosa, que normalmente representa la queja de amor, en Garcilaso
de la Vega representa, en algunos de sus versos, la muerte.
Muchas de las imágenes que hoy utilizan los poetas
proceden del petrarquismo. Estas imágenes nos han
llegado a través de los poetas del Renacimiento y
Barroco, que tenían en los poetas italianos un modelo
que seguían de cerca, aunque cada uno de ellos fue
capaz de crear imágenes originales y nuevas.
Se da la particularidad de que entre una época y
otra, entre Renacimiento y Barroco, el sistema empleado
para elaborar imágenes recurre a flores diferentes.
Las flores que se estudiarán en este curso son la
rosa (que es, sin lugar a dudas, la flor más empleada
por los poetas), el clavel (que no aparece hasta el Barroco),
el lirio, la violeta, el jazmín, el narciso y el
jacinto; en algunos de los principales poetas de nuestro
Siglo de Oro: Garcilaso de la Vega, Gutierre de Cetina,
Francisco de la Torre, Herrera, Góngora, Quevedo
y Francisco de Rioja.
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